Barcelona 1 - Real Madrid 1: Se acabó el cuento blanco.

No puede ser. No es posible que tras un partido de fútbol sólo se hable de los árbitros y más si está de por medio últimamente el Real Madrid. Anoche los jugadores, técnicos, directivos, directores deportivos y los medios de comunicación afines al Real Madrid hablaban de nuevo de polémica arbitral y hasta de robo. Y todo porque el árbitro belga De Bleeckere osó conceder falta antes de que Pipita Higuaín disparase a puerta y, claro, se armó el belén. Con esa jugada ya tenían motivo suficiente para justificar su inferioridad manifiesta en el campo y el poco fútbol desplegado. El bagaje de los blancos durante los 93 minutos de encuentro en el Camp Nou fue 2 tiros a portería y lo más destacable, sin duda, las 31 faltas realizadas (entre Lass y Carvalho casi la mitad del equipo). Creo que no son números de un finalista de Champions, se ponga la parroquia blanca como se ponga.

Los primeros 45 minutos tuvieron un dueño claro, este no fue otro que el Barcelona. Paulatinamente fue capaz de desprenderse de la presión ejercida por el Real Madrid y de someterlos a su juego de control y posesión. El Barça, como nos tiene acostumbrados ahora, llegaba en cuentagotas al marco rival, lo hizo hasta en siete ocasiones diferentes y de todos los colores. El tridente MVP (los Messi, Villa, Pedro) estuvo desacertado en el primer tiempo y no encontraron el gol gracias a una sensacional actuación de Iker Casillas en la primera parte, que salvó a su equipo de marcharse al descanso perdiendo por uno o dos goles a cero. El Madrid se acercó al área pero se marchó inédito al descanso. Carvalho pudo ser expulsado al borde del descanso, tras ser avisado dos veces por De Bleeckere, pero no fue así.

En la reanudación el Madrid pareció salir de otra manera al terreno de juego, presionaba mejor y más al Barça, pero fueron sólo unos minutos de auténtico espejismo. Luego sobrevino el festival de faltas de los merengues y muy pocas ocasiones del Barça, muchas menos del Madrid. 

Pero en el minuto 47 llegó la moviola que para las mentes madridistas supuso otro nuevo escándalo arbitral. Cristiano Ronaldo se perfila para encarar el área culé, es obstruido por Piqué (que deberían haberle mostrado la amarilla), cae sobre Mascherano, que tropieza y va al suelo. El árbitro se equivoca y decide marcar falta a favor del Barça (y no en contra), pero Higuaín continua la jugada marcando gol. La jugada ya estaba abortada una vez que De Bleeckere cobró la falta. En ningún momento el gol debió subir al marcador.

No mucho tiempo después vino el gol de Pedro (m. 54) a gran pase de Andrés Iniesta, lo único destacable que hizo el de Fuentealbilla en el terreno de juego a lo largo del partido. En una pérdida de balón del Madrid en el área del Barça, los azulgrana lanzan rápido el contragolpe, Pedro recibe una gran asistencia de Iniesta y bate a Casillas, que tapaba muy bien el arco, de disparo pegado al palo corto.

Después de esto se jugó muy poco al fútbol. El Barcelona lo intentaba una y otra vez pero sufrió un cortocircuito a base de faltas. Las jugadas blaugranas eran torpedeadas con un continuó festival de faltas blanco en cuanto el Barça llegaba a tres cuartos de cancha. A la sexta falta fue la vencida y Lassana Diarra vio su primera tarjeta amarillla. No pasó mucho tiempo de esto cuando a Pedro se le cruzaron los cables y entro sin balón de por medio a Lass, que ya marchaba con el balón hacia delante. De Bleeckere mostró al tinerfeño la amarilla, si era roja no podía quejarse ni el más culé de entre los cules. Adebayor entró, al igual que en el resto de pack de partidos que incomprensiblemente ha jugado contra el Barça, como un elefante en una cacharrería. Más que versele de cara a puerta, se le vio haciendo faltas nuevamente. El togolés recibió amarilla, también Xabi Alonso, Marcelo y pudo verla otra vez Lass cuando quedaban quince minutos para finalizar el encuentro, pero se la perdonaron. Antes de todo esto llegó el gol del Madrid en un contraataque bien llevado por Di María, en el que tras tirar al palo recibe el balón y centra en área pequeña para que Marcelo fusile a Valdés y certifique el empate.

En otro orden de cosas, Cristiano se fue en blanco de la eliminatoria, Kaká demostró lo poco jugador que ya es para este equipo e Higuaín todavía no está recuperado al 100% para participar en las grandes citas. Y los que deberían haber sido de la partida estaban calentando banquillo: Ozil y Benzemá. Lo de Mourinho con el galo es, cuando menos, sorprendente. Si no me equivoco Karim Benzemá no ha jugado ningún minuto de los cuatro partidos contra el Barça. Por tanto, creo que los aficionados blancos deberían quejarse más de los planteamientos fallidos de Mou en esta eliminatoria contra el Barça y menos del propio árbitro y dejarse de cuentos. El artífice de la eliminación no es otro que Mourinho. No hay que darle pábulo a este señor.

Sin caer en la boba trampa de los árbitros que no conduce a nada, en el cómputo de 180 minutos jugados en la semifinal, sólo ha habido un equipo que ha querido llegar a la final en el estadio de Wembley. El Barcelona, por fútbol, es el único que lo ha merecido. Queda felicitar al Madrid por habérselo puesto bastante difícil al Barcelona y por haber sido un dignísimo semifinalista.

Veremos lo que ocurre en Wembley Stadium.