Organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Palacio de Velázquez, situado en el Parque del Buen Retiro, acoge la primera exposición en España de uno de los artistas estadounidenses más singulares: Leon Golub (1922-2004), con un centenar de pinturas y dibujos seleccionados por el comisario Jon Birg en diversas colecciones, especialmente de Estados Unidos: la que fuera del propio Golub conservada en Nueva York; la Rick Meyer, de Chicago, y la de Eli Broad, de Los Ángeles, con otras de Canadá y alguna obra de fondos europeos. Aunque el recorrido es básicamente cronológico, no está exento de interrelaciones y nexos temáticos. Varios grupos concretos de piezas marcan los periodos de cambio estilístico o temático, por ejemplo “Political Portraits”, un conjunto de bustos políticos de los años sesenta; la imagen de la Esfinge, que se repite una y otra vez a lo largo de su obra, y los ‘abstractos’, los extraordinarios y poco conocidos cuadros de “Shields”, “Gates” y “Pylons” de principio de los setenta.
Se pueden distinguir tres etapas en la obra de Golub: una inicial, con clara referencia a la Antigüedad, que culmina con la serie “Gigantomachies” de la década de los sesenta. Otra, tras el estallido de la Guerra de Vietnam, que daría como resultado las tres magistrales obras de la serie “Vietnam”, y una tercera, donde sus narraciones pictóricas se convierten en representaciones del ‘dolor corporal’, relato de los escalofriantes escenarios sobre actos de agresión y terror que, en los últimos tiempos, han tenido un claro reflejo en el archivo de atrocidades de Abu Ghraib.
Frente al predominio de la pintura como medio autónomo y puramente visual en la posguerra, Leon Golub implica un movimiento a contracorriente en Estados Unidos. Esta retrospectiva demuestra el valor pictórico como expresión narrativa y simbólica de las relaciones sociopolíticas y los efectos del poder en la sociedad contemporánea. La pintura de Golub, entre lo figurativo y lo grotesco, explora la violencia y la opresión usando el cuerpo como signo de identidad. Valoraciones presentes en la retrospectiva abierta por el Museo Reina Sofía en el Palacio de Velázquez, del Parque del Buen Retiro, Madrid, hasta el 12 de septiembre de 2011.
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