"Una mujer en África"

Ayer, después de mucho tiempo sin hacerlo, tocó ir al cine. Sí. Y vi una película francesa que ha tenido muy buena recepción tanto por parte de la propia crítica francesa como por los medios afines internacionales. 

Me pregunto qué película habrán visto estos intelectuales del séptimo arte, porque la película que vi yo en el día de ayer no corresponde en absoluto con los calificativos que le han dedicado los críticos y que a continuación cito.

Roger Ebert opina muy bien de ella: "Una bella y desconcertante película. La calidad enigmática de la interpretación de Huppert nos arrastra". "Una propuesta fascinante" se atreve a decir Salvador Llopart en el periódico La Vanguardia. Nando Salvá (Cinemanía) llega aún más lejos y hace su particular radiografía de la película: "Maravillosa descripción del orgullo colono blanco encarnada con pericia por Isabelle Huppert". Y, para colmo, quedan las palabras de Sergi Sánchez (Fotogramas): "En la que debe ser su obra maestra, Claire Denis filma la piel del continente africano". En los medios franceses, como no podía ser de otra manera, casi que la ensalzan como la mejor película de la década: "Una gran película" (Excessif), "Políticamente incorrecta y artísticamente admirable" (Marianne), "Excepcional Huppert" (Télécinéobs), "Magnífica" (L'Express).

Ni que decir tiene que es la primera película en la carrera de la directora francesa que se proyecta en España (dos copias en Barcelona y otras dos para Madrid). Algo de significativo tendrá este hecho palmario. Puede que su cine no interese prácticamente a nadie. Es lo que me temo. 

Y es que Una mujer en África es una película de esas difícil de ver y de digerir. La película en sí se puede entender como un puzzle de secuencias mal cohesionadas, con un ritmo lentísimo, y una inacción y falta de tensión apabullantes. La película cuenta con muy pocos diálogos, no más de cincuenta, y el guión no es precisamente formidable. La historia, además, se podía haber contado de otra manera, más a la manera tradicional, y lo peor del filme es la pobre sensación que te queda de sus personajes, unos personajes mal dibujados que desfilan durante el metraje sin saber el espectador nada de ellos, ni lo que piensan ni sienten. No es posible creerte su intervención en la película e incluso no lo arregla el trabajo de Isabelle Huppert, que mira a la cámara pero no llega a convencer, ni a conmover al espectador. No tendría mucho sentido hablar del argumento de la película, pero si os apetece saber de qué va, podéis pinchar aquí.

No obstante, la película posee una gran carga simbólica, una excelente fotografía y te queda la ligera y esperanzadora sensación de que has visto un cine diferente que intentaba ser inteligente, pero que se ha quedado por el camino. Os confieso que no volveré a ver una película más de Claire Denis.

Voy a obviar la ficha artística y técnica, pero sí que adjunto el tráiler, más que nada para que os hagáis una idea aproximada de lo que trata la película.

Foto: cine365.com