La Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) regresa a la fuerza de las obras breves. En Entremeses barrocos ofrece una brillante selección de títulos de Calderón de la Barca, Bernardo de Quirós y Agustín Moreto, versionados por el joven dramaturgo Luis García Arús, para quien el entremés es la manifestación artística más cercana al espíritu barroco.
Cuatro jóvenes directores -Héctor del Saz, Aitana Galán, Elisa Marinas y Pilar Valenciano- asumen la dirección de un espectáculo que recoge el espíritu ingenuamente canalla del entremés. Pilar Valenciano ha puesto en escena Los degollados, de Calderón; Elisa Marinas dirige El muerto, Eufrasia y Tronera, de Bernardo de Quirós; Aitana Galán se encarga de El cortacaras, de Agustín Moreto, y Mojiganga de los infiernos de Amor (un texto de nueva creación que sirve de introducción al espectáculo); y Héctor del Saz dirige El toreador, de Calderón.
Los entremeses están engarzados por lo que los responsables del montaje llaman Entresijos (hay tres), creados con fragmentos de entremeses atribuidos a Juan de Matos, Fernando de Zárate o Jerónimo de Cáncer. El espectáculo se cierra con una reformulación del Baile de los estravagantes, de Francisco de Monteser. Sobre el escenario, un total de 22 actores y cuatro músicos.
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