jueves, 28 de abril de 2011

Real Madrid 0 - Barcelona 2: Celebración de la trampa y la racanería


El Barcelona pone pie y medio en el estadio de Wembley venciendo con un 0-2 en la ida de semifinales de la Champions League ante un Madrid que incomprensiblemente no quiso en ningún momento ir a por el partido. Mourinho volvió a la racanería y sacó ante su público un once inicial sin delantero centro. El Barça, utilizando sucias artimañas y cayendo al suelo a la primera de cambio, halló los huecos necesarios una vez se produjo la injusta expulsión de Pepe. Sólo era amarilla. Messi volvió a marcar dos goles en la Champions y ya lleva 52 esta temporada.

Es injusto, estoy totalmente de acuerdo por una vez con la parroquia madridista. La jugada que condicionó, y de qué manera, el primer clásico de Champions fue un invento del colegiado alemán Wolfgang Stark que, a intancias de su auxiliar, expulsa a Pepe cuando entra a la disputa de un balón. Daniel Alves cae al suelo doliéndose por la supuesta entrada (hay imágenes en muchos diarios que indican lo contrario), los jugadores del Barcelona se arremolinan cerca de Wolfgand Stark y consiguen que el árbitro muestre la roja a Pepe. Ocurrido esto, el Madrid sólo tuvo que ser testigo de dos goles de Lionel Messi, el segundo de ellos prodigioso.

El partido fue, del minuto uno al noventa, un despropósito de dimensiones bíblicas. El nivel ofrecido tanto por merengues como culés no es el que se le supone a dos colosos del fútbol mundial. Bastante contemplativos durante el encuentro, no hubo acercamientos al área contraria, algunos más por parte del Barça, ni prácticamente se vieron ocasiones en ninguno de los dos marcos. Messi y Xavi lo intentaban pero sin mucho peligro, Villa lanzaba fuera desde el borde del área a los quince minutos y al término del primer tiempo Cristiano Ronaldo de disparo lejano hacía emplearse a Víctor Valdes, mero espectador durante los 45 primeros minutos.

Al inicio de la segunda entrega se agradeció que el Real Madrid saliera algo más dinámico, motivado quizás por la entrada de un delantero centro, Emmanuel Adebayor, que creaba incertidumbre en la zaga blaugrana. El Madrid estuvo cerca de aprovechar algunos fallos defensivos de Piqué y Mascherano. Cristiano no tuvo su día, ni siquiera desde el lanzamiento de falta. Y llega el momento clave del partido en el minuto 60, injusta expulsión de Pepe. Se acabó el partido. Minutos después Afellay, que había entrado por Pedro lesionado por una entrada de Marcelo, hizo la mejor jugada de la noche; quiebra en la banda a Marcelo, que resbala, y centra en boca de gol para que marque el astro argentino, era el 0-1. Quedaba sólo un cuarto de hora para finalizar el partido y la posesión de balón era continuamente del Barça. En el minuto 87 Messi arranca en el centro del campo, recoge una asistencia de Busquets, regateó a Lass, superó a Albiol, a Sergio Ramos y le cruza la pelota suave a la derecha de Casillas.

El Barcelona ganó, pero mostró una cara que hay que denunciar y que no me gusta en absoluto. Buscó la provocación de los blancos, los jugadores no le hicieron ningún favor al árbitro tirándose al suelo en cuanto había un roce, simulando y exagerando las entradas, perdiendo el tiempo. Esto no es propio del Barça. Con este tipo de comportamiento y actuaciones hay que acabar. Todo sea por el bien del fútbol.

En definitiva, el partido fue por decirlo de una forma prosaica como una celebración de la trampa (por parte del "Pep team") y  la racanería (por el fútbol de los blancos).

3 comentarios:

  1. Buenas, llevo todo el día leyendo críticas al Barça, que si tramposos, que si tal que si cuál. Vamos a ver, el tal Pepe hizo una falta que a lo mejor no era de expulsión, pero eso ya queda a criterio del árbitro.

    Lo que es vergonzoso es que un equipo como el Madrid en un partido de Champions y en su campo salga a aguantar el 0-0. 28% de posesión ¿y se quejan de que han perdido? ¿eso es jugar a fútbol?

    Mira yo soy del Barça pero considero que el Madrid es un club grande, de una gran categoría, y su afición no merece lo que les están haciendo, primero Florentino y segundo Mouriño que es un bocazas, un llorón y un impresentable.

    Porque resulta que Mouriño ahora se queja del Barça, pero en todos los equipos que ha estado ha tenido los mismos problemas. Siempre que perdía arremetía contra los árbitros y contra los otros entrenadores (tiene sanciones por marrullero), es decir que lo de Mouriño viene de antiguo, no es cosa del Barça.

    Sinceramente creo que un club como el Madrid y mucho menos su afición se merece tener a estos personajes en sus filas. Entre Florentino, Mou, Valdano y toda esa tropa lo están hundiendo. Lamentable.

    Saludos.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Kassiopea, el Madrid no merece tener tanto personajillo suelto, un presidente que no entiende de fútbol y un entrenador que pone por bandera la practica rácana del antifútbol y dejar los valores del madridismo por el suelo cada vez que hace declaraciones en rueda de prensa. Lo cómico del asunto, que tiene el respaldo, como Florentino, de buena parte del madridismo.
    Por cierto, yo también soy culé. Aquí he intentado ser lo más objetivo que he podido, sin dejarme llevar por bobos forofismos.
    Gracias por tu aportación.
    Un saludo.

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  3. Aquí tenemos las dos caras del barcelonismo. No sólo de ahora, si no de toda su historia. Por un lado, el culé objetivo que intenta buscar la autocrítica para mejorar. Del otro lado, el culé envidioso y obsesionado con el Madrid. Todos conocemos a Mourinho y sabemos cómo es, pero nadie puede decir cómo es Guardiola. Es decir, un día es blanco, y el otro negro, un día hablo de los árbitros, otro día no, y eso tampoco es justo. Y sí, como madridista me pareció lamentable el planteamiento de Mourinho, pero eso al fin y al cabo es fútbol, que se lo digan si no a Helenio Herrera y su catenaccio. Lo que no es fútbol es la marrullería de ambos equipos, el teatro culé, y la expulsión injusta (y mira que creo que Pepe se merece muchas veces la roja y se libra, pero esta vez no es roja ni de cerca). En fin, ojalá vuelva algún día a hablarse puramente de fútbol.
    Un saludo.

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