Como
road movie quizás Arizona Baby (Raising Arizona, título original) no sea gran
cosa. Claro, si la comparamos con algunas obras míticas del cine moderno como
Paris, Texas o The Straight Story, por poner algunos ejemplos sobresalientes,
sale perdiendo por goleada. Lo cierto es que viendo Arizona Baby veinticinco
años después de su estreno en 1987 uno puede pensar que con el transcurso de
los años el filme no es realmente nada del otro mundo (que tampoco es que lo
sea), pero nos equivocaríamos bastante si no valorasemos todo lo bueno que
aporta la cinta.
A
día de hoy pienso que la segunda película en la filmografía de los hermanos
Coen ha envejecido fabulosamente bien: los personajes protagonistas son
verosímiles, poco convencionales y están muy bien dibujados, y las
interpretaciones son magníficas (a Nicolas Cage no se le recuerda una
interpretación tan convincente de un personaje en la posteridad, con la
salvedad de Ben Sanderson en la extraordinaria Leaving Las Vegas; y la adorable
Holly Hunter está aquí de diez; sin olvidarse de los compañeros de celda del
protagonista), el guion es ingenioso, efectivo y tremedamente sólido, el
argumento es uno de los más disparatados de la historia del cine (una pareja
formada por H.I., un exconvicto especializado en el robo de supermercados, y
Edwina, una expolicía, secuestran a uno de los hijos de un matrimonio que tiene
quintillizos, ya que la pareja no puede traer hijos al mundo debido a la
esterilidad de Ed), y la trama de esta comedia negra encaja a la perfección a
golpe de banjo. Hasta la música de Carter Burwell le viene al pelo al filme.
Mucho
más se podría decir sobre esta película, pero nada que ya no se haya dicho
sobre ella. Deja de forma insistente algunos mensajes más que reseñables a modo
de denuncia: el rol establecido que cumplen el hombre y la mujer en la sociedad
familiar norteamericana, la responsabilidad en las relaciones paternofiliales,
o la dificultad para la reinserción social de antiguos reclusos.
En
definitiva, Arizona Baby no es una obra maestra del séptimo arte y no es la
mejor película gestada por los cineastas de Minneapolis, pero sí seguramente la
más divertida de entre todas las películas que han realizado desde que se
dedican a esto. Por ello, y por ser además una de las películas más entretenidas
de los ochenta, la incluyo en esta sección de cine imprescindible.
Como
de costumbre, os dejo el tráiler y la ficha técnica y artística.
Ficha técnica y artística
Año: 1987
País: Estados Unidos
Duración: 94 minutos
Género: Comedia
Dirección: Joel y Ethan Coen
Producción: Ethan Coen
Guión: Joel Coen, Ethan Coen
Música: Carter Burwell
Fotografía: Barry Sonnenfeld
Montaje: Michael R. Miller
Reparto: Nicolas Cage, Holly Hunter, John Goodman, Willian Forsythe,
Frances McDormand, Randall "Tex" Cobb, Trey Wilson, Sam McMurray.
Presupuesto: 6 millones $
Recaudación: 29 millones $
Cartel: cinelodeon.com
Anda que no mola esta película, dicho sea de paso como tantas otras de los Coen.
ResponderEliminarA ver si te animas a escribir en el Proyector de conciencias, serías todo un refuerzo de lujo para nuestro blog de cine.
Un saludo.